Suelo flotante sobre membrana de terrazo: una solución inteligente

Suelo flotante sobre membrana de terrazo: una solución inteligente

Tan pronto como están hechos, los pisos de terrazas y balcones aparecen espléndidos y perfectos, luego, después de tres años, comienzan a notarse los primeros signos del tiempo. Por cierto las heladas de invierno y el calor del verano causan problemas a las tejas, provocando grietas y roturas. Los materiales, sometidos a los agentes atmosféricos ya los cambios bruscos de temperatura, experimentan una dilatación y si se colocan con colas o morteros especiales quedan fijos y rígidos, sin tener espacio de movimiento para el asentamiento.

Esta es la mejor manera de romper los mosaicos y luego reemplazarlos. La solución más ventajosa para resolver el problema es instalando un tarima flotante sobre cubierta de terrazo, para que las tejas puedan tener la oportunidad de expandirse sin causar daños. Este tipo de instalación también se denomina suelo flotante.

– ¿Qué es un suelo de terraza flotante?

Un piso flotante es una realización realizada con baldosas que no requieren el uso de adhesivos o cementos para su fijación. Ellos descansar sobre soportes específicos creando un espacio de ventilación subyacente, donde se coloca una funda impermeabilizante para evitar la penetración de agua en la solera.

Además, las tejas, normalmente de mayor tamaño que las que se utilizan en interiores, están especialmente diseñadas para soportar las frías temperaturas del invierno y el calor del verano y pueden ser concretos, madera, resina especial gres porcelánico.

Los azulejos se colocan en grupos de cuatro sobre soportes colocados en correspondencia de las esquinas creando un vacío subyacente, pero sobre todo teniendo la posibilidad de moverse unos milímetros favoreciendo las dilataciones.

La funda aislante se coloca en la base de los soportes para que las infiltraciones de agua no penetren en la estructura de hormigón del balcón.

– Las ventajas de un suelo flotante para terrazas y balcones

Son varias las ventajas que se derivan de la creación de un suelo flotante para exteriores y que afectan tanto a aspectos económicos como prácticos.

– Ventaja económica: frente a un suelo con alicatado tradicional, una instalación flotante tiene un coste menor. En primer lugar, se ahorra en colas y materiales cementicios (ya que no se necesitan), se reduce el coste de mano de obra y se suelen utilizar incluso menos tejas ya que se tiende a preferir cuadrados más grandes.

– Ventaja funcional: desde un punto de vista funcional, el piso flotante se comporta mejor que otras soluciones. Las tejas tienen la posibilidad de adaptarse a la posición, sin provocar roturas y es más ligera.

– Ventajas prácticas: el mantenimiento es más rápido y menos costoso. En caso de rotura de baldosas, la sustitución se realiza de forma rápida y sencilla, sin necesidad de llamar a un albañil. En caso de infiltración en la solera subyacente, basta con levantar las baldosas de la zona afectada y restaurar la funda aislante de forma rápida y sencilla, sin necesidad de desmontar todo el alicatado.

– Ventaja estética: desde un punto de vista estético, un suelo flotante no tiene nada que envidiar a las baldosas tradicionales. Los efectos son agradables y todos diferentes, gracias también a los materiales que se pueden utilizar para la producción de las baldosas. El gres porcelánico es la solución más habitual ya que, junto con la madera, representa estéticamente la elegancia, además tiene una gran resistencia al paso del tiempo.

– La importancia de la funda aislante en la colocación

Colocar suelo suspendido en una terraza o balcón, requiere un mínimo de tiempo y menos agotador que colocar un suelo tradicional.

Sin embargo, es fundamental la superficie del fondo sobre la que se colocan los soportes flotantes, que debe ser lisa, estable, recta y sana. No debe contener grietas ni agujeros y debe protegerse mediante la aplicación de una funda aislante de calidad.

De no ser así, aún con el nuevo piso existirían las “viejas” infiltraciones que podrían comprometer la estabilidad y estanqueidad de la estructura. Antes de colocar el suelo flotante es recomendable proceder con las operaciones de remediación completar la superficie de apoyo, luego colocar el revestimiento con la nueva funda. Este suele estar compuesto por una sección elastomérica dentro de la cual hay una red o un tejido especial.

– Cómo colocar un suelo flotante para una terraza o balcón

Una vez que comprenda las ventajas del piso flotante para terraza o balcón, es fácil entender cómo se puede instalar. La solución es tan práctica que es posible pensar en un también instalado sobre el suelo antiguo sin necesidad de retirarlo, siempre que se conserve en buen estado y no haya infiltraciones.

Sin embargo, es necesario considerar cómo un piso flotante tiende a levantar el piso y, por lo tanto, a menudo es es recomendable eliminar completamente el alicatado anterior y restaurar la funda aislante, actualizándola con los nuevos materiales disponibles. Solo así es posible tener una base tal para poder garantizar largos años de pavimento sin tener que afrontar problemas de infiltraciones.

Antes de proceder es conveniente comprobar la perfecta linealidad de la superficie de apoyo y su solidez, luego proceder al trazado de la funda impermeable y luego fijar los soportes donde se colocarán las tejas flotantes. Cualquier apoyo debe necesariamente soportar cuatro esquinas de cuatro mosaicos diferentes.

– Conclusiones

En conclusión, se puede afirmar como un piso suspendido para balcones o terrazas instalados después de haber colocado una cubierta aislante, representa una solución extremadamente moderna, segura, práctica y funcional.

Tal sistema es capaz de superar los problemas típicos que surgen con los pisos tradicionales, demasiado bloqueados y sin posibilidad de adaptarse a las condiciones cambiantes debido a la expansión de los materiales, causado por cambios bruscos de temperatura entre las estaciones de invierno y verano.Con un suelo flotante es decisivo la membrana impermeabilizante que debe colocarse sobre la superficie de apoyo, en la base de la cavidad, para proteger la solera y toda la estructura del balcón